(InfoCatólica) La cuarta sesión del Comité Sinodal (Synodaler Ausschuss) de la Iglesia católica en Alemania se celebró en Magdeburgo los días viernes y sábado, en un clima influido por la elección del nuevo Papa León XIV.
Según informa el periodista Christoph Brüwer en Katolisch, tanto Irme Stetter-Karp, presidenta del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), como el obispo Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), interpretaron esta elección como un impulso para el proceso sinodal en curso. Ambos destacaron que el Papa se ha manifestado a favor de la sinodalidad, lo que consideran un claro respaldo a las reformas.
La realidad, sin embargo, puede ser muy diferente. En febrero del 2024, el actual Papa, entonces Prefecto del Dicasterio de los obispos, fue uno de los firmantes de una dura carta a los obispos alemanes en relación precisamente a la deriva del proceso sinodal alemán. En la misma se decía lo siguiente sobre el Comité Sinodal:
«La aprobación de los estatutos del Comité sinodal sería, por tanto, contraria a la instrucción de la Santa Sede emitida por mandato especial del Santo Padre y le presentaría, una vez más, un hecho consumado»
Sin embargo, en el mes de julio de ese mismo año, la negativa absoluta por parte de la Santa Sede a la creación del Comité Sinodal se convirtió en la creación de una comisión para estudiar cuáles podrían ser sus funciones.
No esperan a saber lo que quiere el Papa
En todo caso, los impulsores del camino sinodal alemán han demostrado no tener intención alguna de esperar a ver cuáles podrían ser las indicaciones del nuevo Pontífice. En la reunión del pasado fin de semana se aprobó sin objeciones el informe presentado por ambos presidentes del Comité Sinodal. También fueron confirmados por unanimidad como acompañantes espirituales del proceso el pastoralreferente Konstantin Bischoff y la hermana Katharina Kluitmann.
Uno de los temas centrales fue el debate sobre la creación de un futuro órgano sinodal permanente a nivel federal. Aunque una comisión había propuesto establecer dos órganos -uno pequeño operativo y otro más amplio y representativo, denominado inicialmente «asamblea eclesial»-, esta propuesta fue rechazada por resultar poco eficiente y costosa. En su lugar se optó por un único órgano reducido, lo cual suscitó un amplio debate sobre su composición y criterios de representatividad.
Se discutió especialmente el equilibrio entre miembros del ZdK y obispos. Algunas voces plantearon la posibilidad de reducir la proporción de miembros del ZdK en favor de otros colectivos, pero Stetter-Karp defendió firmemente la paridad con los 27 obispos del Consejo Permanente. Finalmente, se acordó que el nuevo órgano contará con 27 miembros del ZdK y 27 obispos, además de otras personas seleccionadas por ambos grupos. La comisión de sinodalidad elaborará un catálogo de criterios para estas designaciones antes del próximo encuentro.
El Comité también abordó cuestiones estructurales y temáticas, como el papel del nuevo órgano en la toma de decisiones pastorales y su capacidad de pronunciarse sobre asuntos relevantes para la sociedad. Asimismo, se aprobaron dos textos de acción que no pudieron cerrarse durante el Camino Sinodal: uno sobre el respeto a las decisiones de conciencia en materia de anticoncepción y otro con medidas contra los abusos a mujeres en la Iglesia.
Las voces críticas también estuvieron presentes. Algunos participantes, como Mara Klein, denunciaron la falta de igualdad de género y de representación generacional. Otros, como el obispo Heiner Wilmer, advirtieron sobre el riesgo de tomar decisiones apresuradas por la presión del calendario. La próxima reunión en noviembre será decisiva, ya que deberá aprobarse la estructura del nuevo órgano sinodal antes de que finalice el ciclo actual del Comité.