(InfoCatólica) En respuesta a la repercusión mediática y política de su homilía pronunciada el pasado 11 de mayo en Alba de Tormes, Mons. Juan Antonio Reig Pla, obispo emérito de Alcalá de Henares, ha emitido una declaración en la que reafirma el contenido de su mensaje, centrado en el amor de Dios por todos los seres humanos, con una atención particular hacia quienes sufren alguna discapacidad.
Durante su predicación, Mons. Reig citó varios pasajes del Catecismo de la Iglesia Católica con el fin de ofrecer una visión teológica sobre el sufrimiento y la condición humana tras el pecado original. En concreto, se refirió a los números 418, 1264 y 2448, donde se aborda la realidad del sufrimiento, la enfermedad y la muerte como consecuencias temporales del pecado, así como la necesidad de misericordia y asistencia para quienes viven en situaciones de miseria o debilidad.
Mons. Reig invita a escuchar la homilía en su integridad y a considerar el contexto doctrinal desde el que fue pronunciada. Asimismo, asegura sus oraciones por todas las personas, incluyendo aquellas que manifiestan oposición al depósito de la fe contenido en la Sagrada Escritura y la Tradición, según recuerda el número 84 del mismo Catecismo.
El prelado también ha indicado en todo caso que si alguna persona se ha sentido ofendida por sus palabras, ello no refleja ni su intención ni el contenido real de la homilía. El obispo contactó telefónicamente con la gerente de la organización «Plena inclusión Castilla y León» para ofrecer personalmente sus explicaciones, conversación que, según se indica, fue recibida con gratitud por parte de la responsable de dicha entidad.
La declaración concluye reiterando el propósito pastoral y doctrinal de su intervención, realizada en el marco del Año Jubilar.
Estas fueron las palabras exactas de Mons. Reig Pla en su homilía
Si se apaga la lámpara de Dios, ¿hacia dónde miramos? Si se da el eclipse de Dios, ¿cuáles son los puntos de referencia? ¿Dónde vamos? Más todavía, ¿de dónde venimos? Nosotros decimos en el Credo: "Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador de todas las cosas". Y en el segundo Credo Niceno Constantinopolitano, decimos "de todas las cosas visibles e invisibles". Es decir, que tú y yo venimos del infinito amor de Dios que nos ha dado la vida a través del amor de nuestros padres. Y esto asegura tu origen.
No eres un fracaso ni desde el origen. También para los niños que nacen con discapacidad física o intelectual o psíquica, pero esto ya es herencia del pecado y del desorden de la naturaleza, pero han sido llamados por Dios y tienen también, como nosotros, todo el fundamento de nuestra existencia en Dios, que es origen, fundamento y es meta.
Denuncia del gobierno
El Ministerio de Derechos Sociales, a través de la Dirección General de Derechos de las Personas con Discapacidad, ha denunciado estas palabras ante la Fiscalía General del Estado por considerar que podrían constituir un delito de odio según el artículo 510.2 del Código Penal. Además, se ha abierto un expediente informativo y se ha solicitado a la Conferencia Episcopal que repruebe públicamente las declaraciones del obispo y adopte medidas para evitar que se repitan en el futuro.
Es habitual que el obispo emérito de Alcalá de Henares sufra persecución política y mediática por explicar la fe y la moral católica en sus homilías.
Comunicado sobre homilía de Mons. Juan Antonio Reig Pla
En las últimas horas han sido difundidas en los medios de comunicación noticias referidas a una homilía pronunciada, en Alba de Tormes el pasado día 11 de mayo, por Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo emérito de Alcalá de Henares.
Mons. Reig expresó en dicha homilía el amor de Dios por todos, y de modo especial por las personas que sufren por alguna discapacidad. Mons. Reig invita a escuchar la homilía y cita a continuación algunos textos del Magisterio de la Iglesia Católica sobre la materia, que serán clarificadores para todas las personas de buena voluntad:
Catecismo de la Iglesia Católica:
- Número 418:
Como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana quedó debilitada en sus fuerzas, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al dominio de la muerte […]- Número 2448:
Bajo sus múltiples formas —indigencia material, opresión injusta, enfermedades físicas o psíquicas y, por último, la muerte—, la miseria humana es el signo manifiesto de la debilidad congénita en que se encuentra el hombre tras el primer pecado de Adán […]- Número 1264:
No obstante, en el bautizado permanecen ciertas consecuencias temporales del pecado, como los sufrimientos, la enfermedad, la muerte […]Mons. Reig asegura sus oraciones por todos, y también por quienes tienen por enemigo al depósito de la fe, contenido en la sagrada Tradición y en la sagrada Escritura (Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 84).
Por último, si alguna persona se ha sentido ofendida por las palabras de esta homilía, Mons. Reig asegura que no ha respondido a su intención, ni al contenido de la misma. Por otra parte, Mons. Reig llamó por teléfono a la gerente de la organización «Plena inclusión Castilla y León» para explicarle sus palabras, quedando la gerente agradecida por su llamada y explicación.
Alcalá de Henares, a 20 de mayo de 2025, Año Jubilar
Doctrina católica
La doctrina católica sobre el pecado original se expone en el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), especialmente en los números 396 a 409, y se resume también en los números 417 a 419.
¿Qué es?
El pecado original no es un acto personal cometido por nosotros, sino una condición heredada por el hecho de nacer en la humanidad descendiente de Adán. La Iglesia enseña que:
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Adán y Eva, al desobedecer a Dios, perdieron la santidad y justicia originales (CIC 399-400).
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Este estado de privación se transmite a toda la humanidad por generación, no por imitación (CIC 404).
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Es un pecado "contraído", no cometido, que afecta la naturaleza humana (CIC 404).
Consecuencias
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Debilitamiento de la naturaleza humana: queda sujeta a la ignorancia, al sufrimiento, a la inclinación al mal (concupiscencia) y a la muerte (CIC 405, 418).
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Pérdida de la gracia santificante, aunque la naturaleza humana no queda completamente corrompida (CIC 405).
Redención y Bautismo
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Jesucristo es el nuevo Adán que repara el daño del pecado original con su obediencia hasta la muerte (CIC 411).
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El Bautismo borra el pecado original, pero no elimina las consecuencias temporales, como el sufrimiento y la concupiscencia (CIC 405).
Resumen
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CIC 417: «Por el pecado de nuestros primeros padres, la naturaleza humana quedó caída, privada de la santidad y justicia originales».
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CIC 418: «La naturaleza humana está debilitada en sus fuerzas, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al dominio de la muerte».
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CIC 419: «La Iglesia transmite el pecado original como parte esencial de su fe, que sólo el misterio de Cristo puede iluminar plenamente».