(InfoCatólica) En su declaración, los prelados recuerdan lo expresado previamente en junio de 2024, señalando que «lamentamos profundamente estas iniciativas, que atentan contra el valor sagrado e inviolable de la vida humana». Subrayan que toda vida posee una dignidad que debe ser protegida y promovida en todo momento.
La declaración cita al Papa Francisco, quien en su exhortación Dignitas Infinita (2024) afirmó que «un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo». Los obispos chilenos advierten que el derecho a decidir sobre el propio cuerpo no puede ignorar la existencia de otro ser humano «único e irrepetible», cuya vida también exige respeto y cuidado.
Reconociendo que existen embarazos con circunstancias difíciles, la CECh insiste en que ninguna situación justifica actos de violencia y aboga por una actitud de cercanía, escucha y apoyo hacia quienes enfrentan estas realidades.
Asimismo, citan a san Juan Pablo II al afirmar que el aborto es un crimen que «ninguna ley humana puede pretender legitimar» y llaman a ejercer la objeción de conciencia frente a leyes que lo permitan.
Finalmente, los obispos chilenos hacen suyas las recientes palabras del Papa León XIV, instando a las autoridades a proteger la dignidad de cada persona, en particular de los más vulnerables, desde el no nacido hasta el anciano o el inmigrante. La declaración concluye con un llamado a construir una sociedad verdaderamente inclusiva, en la que toda vida humana sea acogida y cuidada sin excepción.