(InfoCatólica) El mes del Sagrado Corazón de Jesús ha empezado con buen pie en Europa. Polonia, tierra natal de San Juan Pablo II, se mantiene fiel a su esencia católica.
Con una participación del 71,63 por ciento y más de 21 millones de votos válidos emitidos, la diferencia entre ambos candidatos ha sido de 369.452 votos, según datos de la Comisión Nacional Electoral recogidos por la emisora pública polaca, Polskie Radio.
Karol Nawrocki, historiador y director del Instituto de la Memoria Nacional, de solo 41 años, promueve valores nacionalistas, católicos y tradicionales, con una clara apuesta por la soberanía nacional frente al creciente poder de la Unión Europea.
Firme opositor al aborto, no solo mantendrá la prohibición casi total que existe actualmente en Polonia, sino que incluso aboga por endurecer las restricciones, ampliándolas a casos de violación o incesto. Defiende un sistema educativo basado en la identidad nacional polaca y los valores católicos. Apoya firmemente el papel de la Iglesia en la sociedad de Polonia y aboga por mantener la prohibición de abrir las tiendas los domingos.
Aunque no está en sus manos aprobar leyes, sí puede ejercer el veto contra las que apruebe el parlamento, lo cual deja sin mucho margen de actuación al ejecutivo de Donadl Tusk. De esa capacidad se ha valido el presidente saliente, Andrzej Duda, para impedir que Tusk, primer ministro desde diciembre del 2023, cumpla muchas de sus promesas electorales, como las reformas judiciales, la legalización del aborto y el matrimonio civil entre personas del mismo sexo.
Precisamente, el primer ministro polaco aseguró ayer que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales polacas sería «las elecciones más importantes» de la historia del país:
«Llevo muchos días con la sensación de que estas podrían ser las elecciones más importantes en la historia de nuestras elecciones. Mi esposa y yo siempre vamos a votar juntos y creo que los dos tenemos esta convicción, de que son especialmente importantes».
El presidente electo comenzó su primer discurso tras conocer su victoria en las urnas con una cita de la Escritura:
«Jeśli upokorzy się lud mój, nad którym zostało wezwane imię moje, i będą błagać i będą szukać mego imienia, i odwrócą się od złych dróg swoich, ja im wybaczę, a kraj ich ocalę
Si se humillara mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaran mi rostro, y se convirtieran de sus malos caminos; entonces yo les perdonaré, y sanaré su tierra»
2 Crónicas 7:14
Nawocki, visiblemente emocionado, enmarcó la contienda como una batalla crucial contra lo que describió como el «poder maligno» del gobierno de Donald Tusk, al que acusó de minar las finanzas públicas y las aspiraciones nacionales.
Tras agradecer el apoyo del sindicado Solidaridad, Nwarocki enfatizó el logro de haber unido a «todo el campo patriótico» en la búsqueda de una «Polonia normal y segura».