(Il Foglio/InfoCatólica) Esta entrevista se suma a la que concedió hace una semana aThe Pillar, centrada principalmente en bioética y evangelización juvenil.
Eijk ha reiterado que uno de los principales retos del nuevo pontificado será restaurar la unidad, una unidad que —a su juicio— debe abarcar cuestiones clave como la bioética, la moral sexual y la moral social:
«Estas son cuestiones de desacuerdo en la Iglesia, no podemos negarlo. Y la discordia interna no es buena para ninguna organización, incluida la Iglesia».
En este contexto, ha señalado que el nuevo Papa «puede aportar mucho» en estos ámbitos, aunque no espera grandes cambios estructurales:
«Dije que no espero grandes cambios del Papa León XIV. Pero sí veo en él a un hombre que restaurará la unidad».
El purourado ha elogiado especialmente el estilo de predicación del nuevo pontífice, que ha calificado como cristocéntrico. «Personalmente, estoy muy satisfecho de que las homilías y alocuciones del Papa León sean tan centradas en Cristo», ha afirmado. Según Eijk, esta insistencia en presentar a Cristo como el centro absoluto del mensaje podría resultar desconcertante para algunos, pero es lo que el mundo necesita:
«El Papa dice que quiere desaparecer para que solo Él permanezca».
La entrevista también aborda en profundidad la cuestión de la sinodalidad, adviritendo contra el mal uso del término: «El proceso sinodal no es una encuesta democrática de opiniones. Se trata de encontrar un camino común por el cual la Iglesia pueda cumplir su misión». Para el purpurado, el sentido auténtico del proceso sinodal consiste en «caminar juntos en la fe», discerniendo con apertura al Espíritu Santo.
En cuanto al estado de la fe en Europa, el arzobispo de Utreche ha aportado nuevos datos del informe God in the Netherlands 2024, que revela una caída sostenida del cristianismo institucional:
«Mientras que en 2015 el 25 % de los adultos neerlandeses pertenecía a una iglesia cristiana, en 2024 la cifra ha caído al 19 %. En 1966 era casi el 70 %».
No obstante, ha subrayado un dato esperanzador:
«Los que ahora eligen la fe, lo hacen con plena convicción. Estas personas desarrollan una relación personal con Cristo y con frecuencia tienen vida de oración. Realmente van hasta el final».
El cardenal ha explicado que esta renovación eclesial pasa por iniciativas concretas:
«Con el proyecto de “parroquias misioneras” intentamos dar respuesta a esta búsqueda de sentido. A través de cursos Alpha, domingos en familia y actividades de umbral bajo, intentamos llegar a quienes buscan una dirección para sus vidas».
Preguntado por la tesis de Mons. Erik Varden, obispo de la diócesis noruega de Trondheim de que Occidente ha entrado en una era post-secular, Eijk ha mostrado cautela:
«Todavía es pronto para ponerle una nueva etiqueta a esta época. Más bien veo que mucha gente se siente insatisfecha con el vacío del mundo secular actual».
Y concluye:
«Solo Cristo puede ofrecer algo que supere los límites de la muerte. Es gratuito, pero no sin exigencias».