(OrthodoxTimes/InfoCatólica) Los recientes disturbios en la ciudad de Chernivtsi evidencian el callejón sin salida en el que se encuentra la ortodoxia en Ucrania. A pesar de los esfuerzos del Patriarca Ecuménico Bartolomé por unir a los fieles bajo una Iglesia autocéfala, la violencia y la falta de consenso siguen marcando el panorama religioso del país.
Chernivtsi es una ciudad situada en el oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Rumanía. Es la capital del óblast (provincia) del mismo nombre y está ubicada en la región histórica de Bucovina. Culturalmente diversa, Chernivtsi ha sido históricamente un cruce de caminos entre tradiciones ucranianas, rumanas, judías, alemanas y polacas.
Según ha informado orthodoxtimes.com, individuos violentos atacaron a fieles de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, cuyo primado es el Metropolita Onufrio, frente a la Catedral del Espíritu Santo en Chernivtsi.
En las imágenes difundidas en redes sociales se observa a jóvenes con mascarillas y capuchas agrediendo a los asistentes al templo. Entre ellos se encontraba un sacerdote que intentaba huir del tumulto. Uno de los agredidos fue arrastrado varios metros tras recibir varios golpes.
Es algo habitual
Fuentes en Kiev señalaron al citado medio que esta es una táctica recurrente: «Se envían grupos de jóvenes ajenos a la Iglesia, auténticos alborotadores contratados, para atacar a los fieles de las parroquias bajo la jurisdicción del Metropolita Onufrio».
Otras fuentes añadieron que las autoridades locales habrían decidido transferir la catedral de Chernivtsi a la jurisdicción de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (IOU), encabezada por el Metropolita Epifanio, en comunión con el Patriarca de Constatinopla.
«El problema es que no existe un procedimiento legal claro para el traspaso de jurisdicción de los templos, lo que obliga a los creyentes a resolver este delicado asunto por sus propios medios. La comunidad fiel a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana es numerosa», explicaron.
Desde Kiev también se indicó que la IOU suele estar representada por jóvenes radicalizados, no siempre creyentes, pero sí hostiles a todo lo relacionado con Rusia. Dado que la Iglesia Ortodoxa Ucraniana está vinculada al Patriarcado de Moscú, estos enfrentamientos violentos se consideran inevitables.
Asimismo, se denuncia que la mayoría de las iglesias tomadas por la IOU –por la fuerza o no– permanecen cerradas. «Grupos de alborotadores expulsan a los fieles y sacerdotes, cierran los templos y los dejan inutilizados. No hay ni clero ni fieles de la IOU para mantener el culto», afirmaron las mismas fuentes.
La situación se ve agravada por la falta de una declaración clara de independencia por parte de la Iglesia del Metropolita Onufrio respecto al Patriarcado de Moscú, así como por la falta de comunión eucarística con el Patriarcado Ecuménico, bloqueada actualmente por el Metropolita Antonio de Boríspol.
La gente no quiere ir con los ortodoxos apoyados por el gobierno
Del mismo modo, se critica que la IOU no haya comprendido que los métodos impulsados por el Metropolita Yevstratiy de Bila Tserkva resultan contraproducentes. Pese al respaldo del Gobierno, la confianza popular en esta estructura eclesial es limitada.
En algunas ocasiones, clérigos de la IOU no solo participan en estas acciones violentas, sino que las justifican abiertamente en redes sociales. Tras el incidente en Chernivtsi, un sacerdote de esta confesión escribió en Facebook: «¿Por qué seguimos tolerando a esta secta del Patriarcado de Moscú?».
Tal como ha subrayado orthodoxtimes.com, la esperada transición masiva de fieles desde la Iglesia del Metropolita Onufrio hacia la IOU nunca se produjo con la intensidad que deseaba el Patriarca Ecuménico. El resultado ha sido una fractura aún más profunda que, según diversos analistas, favorece los intereses de Rusia.
La paradoja de que, en plena guerra contra Rusia, los ucranianos sigan enfrentados entre sí dentro de la ortodoxia refleja las hondas divisiones internas. Algunos empiezan a responsabilizar al propio Patriarca Bartolomé de la falta de unidad y del empeoramiento del conflicto religioso.
El caso de Chernivtsi muestra con crudeza cómo las llamadas al diálogo y a la unidad del Patriarca Ecuménico no están siendo escuchadas por una parte importante de la sociedad ucraniana.
Metropolita Onufrio
El Metropolita Onufrio, nacido como Orest Volodymyrovych Berezovsky en 1944, es el actual primado de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, teóricamente dependiente del Patriarcado de Moscú. Desde su elección como metropolita de Kiev y de toda Ucrania en 2014, ha sido una figura central en el panorama eclesial del país.
Formado en el Seminario y la Academia Teológica de Moscú, y con el grado de doctor en Teología, Onufrio dirigió previamente la Lavra de Pochaiv. Su perfil combina fidelidad a la tradición ortodoxa con una postura crítica ante el conflicto bélico. Durante la invasión rusa de 2022, ofreció templos como refugio y expresó su apoyo a la integridad territorial de Ucrania, apelando a la unidad nacional.
En mayo de 2022, su Iglesia declaró la independencia formal del Patriarcado de Moscú, aunque no ha restablecido la comunión eucarística con Constantinopla. Esta ambigüedad en su posición, unida a la complejidad del contexto religioso ucraniano, ha convertido al Metropolita Onufrio en una figura tan influyente como polémica.
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