(Daily Signal/InfoCatólica) El Parlamento del Reino Unido podría aprobar en breve la ley de aborto más permisiva de toda Europa. Según ha denunciado la Sociedad para la Protección del Niño No Nacido (SPUC), grupo provida británico, los diputados han presentado enmiendas que permitirían abortar hasta el momento mismo del parto. Además, dichas propuestas contemplan la posibilidad de abortos por selección de sexo y eliminarían la capacidad legal para procesar a quienes dañen a fetos durante actos de violencia.
Actualmente, la legislación británica permite abortar hasta la semana 24 de gestación, salvo contadas excepciones posteriores. Según informa The Telegraph, una de las enmiendas plantea que ninguna mujer pueda ser procesada por abortar, independientemente del momento en que lo haga. Otra de las propuestas prevé despenalizar los abortos tardíos también para los profesionales sanitarios que los practiquen fuera de las excepciones actuales.
La SPUC ha calificado estas enmiendas como «la mayor amenaza para los niños no nacidos y sus madres desde la Ley del Aborto», en referencia a la norma de 1967 que legalizó esta práctica hasta la semana 24.
Nile Gardiner, director del Centro Margaret Thatcher para la Libertad de la Fundación Heritage, ha declarado que «este es un gobierno laborista muy, muy de izquierdas», al que calificó como «el más izquierdista en la historia británica». Según Gardiner, la legislación propuesta «equivaldría a un asesinato autorizado por el Estado» y advirtió que «podría conducir a una situación semejante a la de China, con políticas de aborto extremo».
El rechazo a la propuesta se ve reflejado también en la opinión pública: una encuesta realizada por YouGov y citada por The Telegraph revela que solo un 1 % de los ciudadanos británicos apoyaría el aborto hasta el momento del parto, frente a un 70 % de diputados que estarían a favor de despenalizar abortos más allá del actual límite de 24 semanas.
Preguntado por esta aparente contradicción, Gardiner atribuyó el impulso legislativo a la mayoría parlamentaria del Partido Laborista: «Tienen mayoría suficiente para actuar de forma dictatorial, sin tener en cuenta la opinión pública. Mientras no se les derrote en las urnas, pueden aprobar prácticamente cualquier ley».
La votación de las enmiendas en la Cámara de los Comunes está prevista para la próxima semana. Algunas voces piden más tiempo para debatir. Rachel Clarke, responsable de incidencia en el Servicio Asesor sobre Embarazo (BPAS), declaró a The Telegraph:
«La ley del aborto es increíblemente compleja y afecta cada año a la atención médica de 250.000 mujeres. Por eso es esencial que cualquier cambio legislativo importante se debata adecuadamente, con la participación de profesionales, entidades reguladoras y proveedores sanitarios».
Gardiner concluyó su intervención con un llamamiento:
«Todo diputado que tenga conciencia y crea en la santidad de la vida humana debería oponerse a esta monstruosidad bárbara».